"Más empatía, menos ruido", es el lema que se promueve en estas fechas desde el Ministerio de Salud Pública, a cargo de Luis Medina Ruiz. Se trata de una campaña de concientización que busca desalentar el uso de la pirotecnia en las festividades con el fin de proteger a las infancias con condición del espectro autista, del impacto negativo que tienen los fuertes estruendos.

Esta iniciativa lleva varios años y busca sensibilizar a la comunidad mediante campañas de difusión  que insisten en la importancia de promover festejos inclusivos , priorizando el bienestar de los sectores más vulnerables.

En relación al tema, el director del Centro Provincial de Atención del Neurodesarrollo Infantil, Juan Pablo Molina expresó que  los estímulos sonoros intensos pueden provocar altos niveles de estrés en personas con autismo y por eso es tan importante concientizar. “Son situaciones que, para los niños con autismo, aunque no en todos los casos, son muy difíciles ya que, ante estímulos sonoros tan fuertes, se genera una situación de mucho estrés, complicada de manejar para el entorno.”

Además agregó que en los últimos años, hubo más educación, no sólo de las personas que usan pirotecnia, sino de los padres que aprendieron a contener a sus hijos.

Qué dicen los especialistas

En ese sentido, los especialistas coinciden en que las campañas de concientización se fortalecen cuando se visibilizan las experiencias cotidianas de las familias, que conviven a diario con las consecuencias del uso de pirotecnia sonora. Son esos relatos los que permiten dimensionar el impacto real que generan los estruendos y apelan a una mayor empatía social.

Ana Belén Andrada (30 años), mamá de Sofía, cuenta que el ruido de los cohetes le causan dolor en su oído y que le gustan mucho los fuegos artificiales con luces. Belén pide que “las personas tengan más empatía por los niños con TEA.”

Desde una perspectiva de la Psicopedagoga, Rocío Nacul Sotillo, explica que el ruido excesivo y los destellos pueden causar  una sobrecarga sensorial provocando crisis conductuales o nerviosas y generando picos de ansiedad y angustia. “Suelen ser momentos muy estresantes para niños y niñas y por lo general no pueden autorregularse”, afirma.

Recomienda a las familias que se anticipen a estas situaciones de estrés y que preparen un espacio donde se pueda refugiar al niño en un lugar sin tantos estímulos, es decir,  sacarlo del foco del estruendo. “El uso de los protectores auriculares con cancelación de ruido suelen ser muy funcionales”, sostiene.